Pese a que aún no comienzan las posadas, jóvenes de Confirmaciones Sábados acudieron al Centro Comunitario Santa María para compartir con más de 50 niños un increíble tiempo de convivencia y diversión con payasos, brinca brinca, piñatas con dulces y cientos de regalos fruto de la hermosa generosidad de todos. 

Como cada año, el grupo de confirmaciones sábado, realiza un servicio final especial donde comúnmente acuden a una comunidad de escasos recursos, donde comparten no solo comida o donaciones, sino que se aprovecha para convivir y mostrar por medio de cada confirmando y coordinador, la alegría que viene de Cristo Jesús.

Un servicio especial

Este semestre, como es de costumbre en temporadas navideñas, se buscó ofrecer una gran posada a una comunidad, donde este año se tuvo la oportunidad de realizarla en el Centro Comunitario Santa María, un gran complejo católico que el Pbro. Aristeo Baca ha construido como parte de un gran proyecto social que incluye hospitales, asilos, escuelas, guarderías, etc ..

Este servicio a diferencia de otros que comúnmente realiza el grupo de confirmaciones, se llevó a cabo de 8AM a 2PM, tiempo que se buscó aprovechar al máximo con todos los niños. Una vez que llegaron los jóvenes al lugar, como a eso de las 8:30AM, se dispusieron a entrar al comedor con los niños, ya que estaban en la hora de desayuno, oportunidad perfecta que aprovecharon tanto confirmandos como coordinadores para empezar a conocer a los niños.

La convivencia

Al terminar los niños de desayunar, pasaron a dividirse en dos grupos, quienes quisieron quedarse a jugar y bailar con los coordinadores en el área de juegos y en otro grupo que quisiera ir a jugar un partido de fútbol con los jóvenes. Muchos de los niños más pequeños, se quedaron en el área de juegos para convivir con los coordinadores, aunque algunos mientras utilizaban el brinca brinca que se les rentó durante la posada. Fueron momentos increíbles donde incluso los más pequeñitos, aprovecharon a los jóvenes para simplemente dejarse querer con abrazos y juegos sencillos.

Después de un par de horas, llegaron dos sorpresas para los niños, pintacaritas y un show de payasos, que por cierto, se disfrutó bastante no solo por los niños, sino también por todos los jóvenes de confirmaciones e incluso algunas de las hermanas religiosas que cuidan a los niños.

Como última actividad, se pasó al momento tradicional de romper las piñatas de los 7 pecados capitales de cada posada, en esta ocasión se tuvo la oportunidad de tener 2 piñatas, donde una de ellas, estaba repleta de dulces de todo tipo y que por supuesto, todos los niños estaban más que listos para salir corriendo a agarrarlos una vez que alguien rompiera la piñata con los dulces.

Una gran sorpresa

Al terminar, los niños recibieron una gran sorpresa, regalos de la gran mayoría de los chavos y coordinadores que donaron para que no solo cada niño tuviese un regalo, si no incluso dos o tres. La alegría de los niños era muy notable en sus rostros, pues no se esperaban, que a un mes de Navidad, comenzarán a recibir regalos. Muchos de ellos comentaban a los jóvenes lo alegres y agradecidos que estaban por la gran sorpresa.

Cabe mencionar que esta a sido una de las posadas con mayor número de regalos que se han donado por parte de los padres de los catecúmenos, por los catecúmenos mismos y por los coordinadores, generosidad que se agradece enormemente pues lograron su objetivo, regalar una gran sonrisa a los niños y niñas del centro comunitario.