La comunidad de Nuestra Señora de la Paz, comenzó con una sencilla pero útil capilla allá por mediados de 1985 con la apertura del fraccionamiento de Pradera Dorada, pertenecientes a la parroquia de la Sagrada Familia, liderada por su entonces párroco el padre Gustavo Fong.

En 1991 a raíz del crecimiento del fraccionamiento y del número de fieles, fuimos establecidos como parroquia, siendo nuestro primer párroco el padre José Agustín Navarro. Deseamos aprovechar hoy este espacio para compartir algunas de las anécdotas de algunos de los que tuvieron la gracia de haber compartido tiempo y misión con el padre Agustín.

Una de las obras que sin duda marcó el su tiempo como párroco, fue el establecer las bases tanto espirituales como físicas de la parroquia. Siendo el quien junto con la comunidad, quienes fueron construyendo poco a poco el templo parroquial y la casa parroquial. Y por supuesto no podemos dejar de mencionar los grupos como ACAN, Encuentro Matrimonial Parroquial y las clases de Sagradas Escrituras, entre otros ministerios de evangelización.

Construcción del atrio parroquial.
Construcción de la fachada del templo y oficina parroquial.

Testimonios

El Padre Agustín Navarro, para en mi vida fue un gran maestro y pastor, fue mi formador y mucho de lo que soy ahora se lo debo a sus consejos y todo lo que era dejarte pastorear por el. El nos decía que siempre siempre sin excusa debíamos ir bien bien vestidos a la Eucaristía, ni siquiera nos permita llevar tenis los sábados cuando jugábamos con los niños y andábamos en la tierra (en aquellos años no estaba el estacionamiento) un buen día me levanté muy tarde y se me hizo fácil irme a misa, yo iba vestida con una pantalonera gris, una camiseta morada y unos tenis blancos que estaban muy sucios, cuando entre a la iglesia, estaba terminando el canto de entrada y en ese momento me llamó a subir al presbítero yo le decía no y me llamó por el micrófono, subí no había alternativa, me dijo que tenía que ayudarlo (de monaguilla) y yo le decía, padre es que mire como estoy vestida, y me dijo «te aseguro que después de esto no volverás a vestir así para venir a la eucaristía» y ahí estaba yo parada aprendiendo mi lección. Y claro que le agradezco a Dios infinitamente por todas las experiencias que viví con el Padre Agustín. Un día me dijo que si quería ir al cielo debía servir, servir y servir al prójimo, no hay de otra. – María Nájera (catequista de niños en aquel tiempo)

Como anécdota que me hizo reír y siempre la recuerdo que en misa cuando veía que un niño anduviera inquieto o moviéndose decía en plena misa ! Haber ese Niño que anda corriendo por el pasillo que vaya a ver que está haciendo su mamá !! -Juana María Rodríguez

Lo que yo recuerdo del padre Agustín, es que siempre saludaba con una gran sonrisa y siempre te hablaba claramente. Aunque regañaba el siempre tenía un mensaje que compartir.
Recuerdo que Mundo y yo estábamos tristes un día, y el padre Agustín nos animó y nos dijo palabras muy sabias muy tiernas. Y calmó esa tristeza.
También tuvimos la dicha de que el bendijo nuestro hogar en Pradera Dorada. Fué muy lindo y muy especial, que en paz descanse.
– Norma Pérez

Un gran testimonio como sacerdote.
Siempre preocupado por los matrimonios y adelantadísimo a los demás sacerdotes. Cuando llegó a Juárez, la gran mayoría de los sacerdotes no sabían ni como usar una maquina de escribir y él ya tenía todos sus retiros, homilías, planeaciones, etc. en word.
Con una visión muy adelantada acerca de la familia y humilde hasta el extremo. Varios años ganó premios que otorgan los clubes de asistencia y todo lo utilizaba en su comunidad.
Les dio prepa a muchísimos seminaristas cuando la SEP aún no les valía sus estudios. Yo estoy muy triste y tambien muy feliz por él! -Thelma López

Gracias

Incontables anécdotas que seguramente pudieran contar cientos de personas de nuestra y de otras comunidades en las que estuvo, pero sobre todo podemos asegurar que el testimonio del padre Agustín fue de arduo trabajo, de cercanía pastoral y sobre todo, el habernos presentado a Jesús desde su ministerio. Gracias Dios por su vida.