Daniel Moreno, de la comunidad de Confirmaciones de nuestra parroquia, nos comparte sobre la importancia de Benedicto XVI en el camino de su fe así como recomendaciones de algunas de sus obras para otros jóvenes que inician su camino en la Iglesia.
Una invitación …
Quiero compartir en esta ocasión sobre una persona que desde el momento que entre más en la Iglesia (después de mucho tiempo que pasó mi primera comunión y llego el momento de confirmarme), más específicamente a Nuestra Señora de la Paz, me ayudó a seguir adelante en mi relación con Dios.
Ya que había tenido un encuentro personal con Dios y estaba confirmado aparecieron las preguntas: ¿Qué sigue? ¿Hacia dónde debo ir? ¿Cómo vivir para ser un católico de verdad? Es cuando entra esta persona que hasta hoy, algunos años después, sigue siendo un pilar donde apoyarme y hacer fuerte mi fe en Dios y ser parte de la Iglesia con alegría.
Me refiero a… Benedicto XVI o como lo encontrarás en alguno de sus libros… Joseph Ratzinger.
¿Quién es Joseph Ratzinger?
Joseph Ratzinger nació en 16 de abril de 1927 en Marktl am Inn, diócesis de Passau, en Alemania. El dato curioso de su nacimiento fue que justo un Sábado Santo. Cuenta en su biografía que desde niño sentía en su corazón el anhelo de vestirse como sacerdote y de amar a Jesús en la misa.
En 1939 entra al seminario pero en esos momentos empezaba la segunda guerra mundial, incluso fue reclutado en el ejército pero por su salud no continúo. Tuvo que dejar un tiempo sus estudios porque fue prisionero de guerra hasta que lo liberaron y pudo regresar al seminario en 1945. Llegó el 29 de Junio de 1951 cuando fue ordenado sacerdote junto con su hermano Georg.
Algo que marcó esta etapa de su vida además de ser sacerdote, es que pudo unir dos cosas que lo apasionaban, ser profesor y enseñar teología en algunas universidades de Alemania. Empezando su etapa como profesor en 1952.
El 28 de mayo de 1977 fue ordenado obispo para la diócesis de Múnich en Alemania y tiempo después el 27 de junio lo nombran cardenal, es decir un servidor cercano del Papa. A partir de este momento junto a su pasión de ser profesor y por la teología, empezaría a tomar responsabilidades para la Iglesia. Donde siempre se le conoció una relación cercana con quien conocemos como San Juan Pablo II.
También fue encargado de reunir a los obispos para formar y presentar al Papa Juan Pablo II el Catecismo de la iglesia católica (1986-1992).
Dios tenía le tenía preparada una última tarea muy importante aún. Ser el Papa, ser el guía de la Iglesia Católica. Al morir Juan Pablo II, Joseph Ratzinger fue elegido como el papa 265 en la historia de la Iglesia. Tomando el nombre de Benedicto XVI, empezó su pontificado el 19 de abril de 2005 y terminó el 11 de febrero de 2013 anunciando su renuncia a causa de su estado de salud y físico que no le permitía seguir su servicio con las fuerzas necesarias. Continúa sirviendo con su oración a la Iglesia desde una casa de retiro en el Vaticano.
Las recomendaciones
Esto fue un poco de su vida y le da importancia a esta segunda parte que quiero compartir. Algunos de sus escritos que en su momento me han marcado y continúan haciéndolo. Esperando suceda lo mismo para quien se anime a leerlos ya que tiene mucho que decir a los jóvenes de hoy.
Su forma de escribir es un tanto especial, es como ir al gimnasio, conviene empezar desde lo más básico para pasar a lo que cuesta más trabajo. Al final del proceso será de mucho crecimiento y fortaleza para mi vida de católico. Algunos escritos que se pueden empezar a leer y he podido tomar como alimento sólido para esforzarme a ser un cristiano maduro son los siguientes:
- Los libros entrevistas-biografías son muy buenos porque ayudan a conocer más a detalle su persona y se empieza a verlo como un maestro en la fe, a alguien con quien puedes acudir para conocer más a Dios y a la Iglesia. Ejemplo de estos es: La sal de la tierra y Luz del mundo.
- La alegría de la fe: Meditar que la fe se vive con alegría, tiene su sentido en que nace del encuentro personal con Jesús
- Youcat: Después del catecismo de la iglesia católica, siendo ya Papa pide que se elabore una versión para los jóvenes. Haciéndolo en un lenguaje y presentación más familiar a la edad y pensamiento de los jóvenes. Sin dejar de enseñar toda la enseñanza de la Iglesia como es.
- La revolución de Dios: Son mensajes y homilías que compartió durante la jornada mundial de la juventud en Colonia, Alemania en el 2005. Muy recomendable para recordar que la Fe o creer no son solo formas de pensar o historias que alguien ha seguido contando, sino que se da en el encuentro personal con Cristo. Jesús es el rostro de la felicidad a la que tienes derecho.
Estas son algunas de sus obras, pero son muchas más con una gran riqueza. Como comentaba al principio, encontrar sus escritos y empezar mi camino en la Iglesia cuando él era su guía fue dar pasos firmes por el camino correcto, además de fortalecer mi fe para mi etapa como servidor y lo que Dios tuviera para mi. Realmente un maestro en quien pude ver porque valía la pena estar en la Iglesia y creer en Dios.
Sus mensajes, su lucha para que el católico no pierda su fe y no se deje llevar por tantas ideas o modas equivocadas del mundo actual. Así como en sus tiempos de profesor, siempre defendió y compartió la verdad.
Vale la pena creer, es bello poder creer dentro de la Iglesia, la que Cristo fundó. Es donde se aprende a ser un cristiano real y feliz.
Como a mí, espero que en algún momento cuando tambalee la Fe, nos pidan razones de nuestra fe o sencillamente busquemos conocer y amar más a Dios, puedas encontrar en sus enseñanzas un camino en la Iglesia, ser un seguidor de Cristo más fiel.
Siempre fue su deseo que todos en la Iglesia, especialmente los jóvenes, tuvieran a Cristo como lo más importante, en quien se hacen realidad todos los anhelos y sueños de nuestro corazón. La Iglesia es nuestra casa, no solo las paredes de un templo o la parroquia, sino un cuerpo que se mueve y respira por la acción del Espíritu Santo. Vivamos con alegría de ser parte de la familia de Dios en el mundo.
Pidámosle a Dios que nos ayude a ser generosos con El y valientes en lo que pida de nosotros. Así como el joven Joseph Ratzinger que respondió a Dios en su vocación de sacerdote o la humildad de darse cuenta que ya no podía seguir adelante con su servicio como guía de la Iglesia.
El Papa Francisco lo describe como un abuelo. Está para apoyar y compartir sabiduría con un consejo cuando se necesita. Recordemos seguir orando por Benedicto XVI y darle gracias a Dios por su vida.