Parte crucial del curso de confirmaciones es el retiro y seguramente ya has escuchado algunas cosas, que quizás te despierten emoción, alegría o incluso algo de temor. Para que aproveches mejor tu retiro, te compartimos algunos consejos aquí.

¡Sin spoilers!

¡Vívelo!

El retiro, es precisamente como su nombre lo indica, un tiempo para retirarnos de toda nuestra cotidianidad, de lo que comúnmente hacemos en nuestra vida para en lugar dedicarlo a 100% a Dios, a escucharlo, conocerlo y llegarlo a amar más intensamente.

Sin prejuicios

Aveces, entre nuestros amigos que ya han vivido un retiro, se comentan varias cosas que pasan o se hacen, temas, dinámicas, oraciones, etc … o quizás si estás en una escuela católica y has vivido ya cientos de retiros, pienses que este será igual y que ya sabes que pasará.

Sin embargo, el retiro de confirmaciones, es un retiro kerigmático, es decir, te quiere compartir la alegría del Evangelio, busca que te des cuenta del gran amor de Dios y de lo que es experimentar la gracia del bautismo.

En otras palabras, será un retiro único, como nunca lo has vivido. Y si ya te han platicado o has escuchado lo que se vive, recuerda que quien guía este retiro no son los coordinadores, si no Dios mismo, quien siempre nos sorprende «Haciendo nuevas todas las cosas». Y si por alguna razón tienes miedo, tranquilo, no hay nada que temer, al contrario, date la oportunidad de hacerte tu propia idea de lo que es tener un encuentro con el Dios vivo. 

Conectado con Dios

Hoy en día decimos que nuestros celulares ya son parte de nosotros, no podemos salir sin ellos de casa y si por un momento tocamos nuestra bolsa del pantalón y no lo sentimos, inmediatamente nos asustamos.

Como ya mencionábamos, este será un retiro y eso incluye desconectarnos por estos días del mundo tanto físico como digital. Tranquilo, no pasará nada. Compárteles a tus papás los teléfonos de tus coordinadores y viceversa, déjales a ellos la preocupación de «si falta esto, si necesito aquello, si vienen por mí » etc …  No lleves celulares ni dispositivos que tu sabes te distraerán del mensaje que Dios tiene para ti. Aprovecha más bien para conectarte con Dios, ayunar unos días de redes sociales ayuda de forma increíble y permite que te concentres con mayor fuerza en tu encuentro con Dios.

Escuchando la secuencia

Durante ambos días, escucharás varios temas que son parte primordial  del retiro. ¡Pon toda tu atención en ellos! No te los pierdas, ya que ninguno es igual a otro y en cada uno se tocan partes importantes que luego sirven para el tema que le sigue, por lo que para obtener una clara idea del mensaje que se te compartirá, es importantísimo que no te pierdas la secuencia de los temas y si tienes dudas … aprovecha los acompañamientos que tendrás con tu equipo para resolverlas.

Se paciente

No permitas que nada ni nadie te distraiga, y si estás inquieto, acércate con tus coordinadores. Date y dales la oportunidades a los demás de vivir el retiro sin distracciones. Permítete vivir todo el retiro hasta el final con una actitud positiva, al final verás que valdrá la pena.

 

Vive las oraciones

Durante ambos días se llevarán a cabo varias oraciones en las que se te pedirá reflexiones sobre los puntos que se traten en los temas y puntos vistos en el retiro. ¡Aprovéchalas! Recuerda que la oración es un bello encuentro con Dios, en ellas experimentarás su presencia en tu vida. Sin embargo, en cada oración se tratan diferentes puntos,  no esperes a «las siguientes» para abrir tu corazón, aprovecha cada oración y vívela en el momento en que se da.

La comida

Come lo necesario, ni más ni menos. Tanto en el desayuno como en la comida, busca comer lo que tu sabes saciará tu hambre, sin comer de más o comer de menos, ya que te perderás de las actividades si te quedas con hambre o bien, tendrás ganas de dormir si comes de más.

¡No temas!

Dios es un Dios de amor, de paz, de ternura. Si en algunas actividades del retiro, estas despiertan en ti algún sentimiento, no lo restrinjas, permítete vivir y descubrir como Dios te habla. Si tienes ganas de llorar, llora, si tienes ganas de reír, rie, si tienes ganas de orar con fuerza, hazlo. Déjate amar con el abrazo tierno de Dios y si en algún momento te sientes incómodo, ora, pídele a Dios te de la paz y los ánimos para seguir escuchándolo a través del día.

En Gracia

Muchas veces nos preguntamos si tenemos o no que ir confesados al retiro. A diferencia de tu ceremonia de confirmación (al final del curso) donde si es un requisito indispensable para recibir el sacramento, a ningún retiro es obligatorio ir confesados. ¡Sin embargo …. ! Es muy recomendable que lo hagas no «por qué tengo que ir confesado» si no con la motivación de que estás dedicando un fin de semana por completo a Dios y a pedirle que transforme tu vida y empezar con el sacramento de la confesión, reconociendo en lo que hemos fallado, buscando no volver a pecar y enmendando nuestras ofensas, lleguemos con una actitud realmente de disposición completa al retiro en estado de Gracia, reconciliados con Dios y listos para vivir el retiro.

 

Además de que al final, se lleva a cabo una Misa con los 3 grupos de confirmaciones, en donde si vas en Gracia (confesado), después de haber vivido el retiro, aprovecharás y vivirás aún mejor la Misa comulgando, recibiendo en cuerpo y alma al mismo Jesús.

Recuerda que puedes consultar horarios de confesiones en wwww.quieroiramisa.com

Del retiro a la casa

Si este fin de semana de tu retiro, tienes la XV, la fiesta de los del fraccionamiento, el partido de tu equipo deportivo favorito, el concierto que has esperado por semanas, ¡en fin! algún evento que robe de ti la paz o la vivencia de tu retiro, es mejor dejarlo a un lado. Sin contar de que si te desvelas el viernes anterior, o el mismo Sábado después del retiro, al día siguiente batallarás con el develo y por lo tanto no disfrutarás al 100 el retiro. Por eso es altamente recomendable abstenerse de que estos días pongas en tu agenda otra cosa que no sea llegar a tu casa a dar gracias a Dios por lo vivido, dormir y descansar para el día siguiente.

Ora

Pareciera obvio, pero muchas veces se nos olvida esto. Pídele a Dios antes de tu retiro, que te permita vivirlo al máximo, que te permita abrir tu corazón para escucharle y recibirlo. Al llegar a casa, continua orando, pidiendo que siga dando frutos ese encuentro con su amor que has tenido durante el día.

Comparte y reflexiona lo que viviste

¡Ahora si! Después de los dos días intensos de retiro, compártelo todo, en redes sociales, con tus amigos, con tu familia, con tu equipo. Piensa en todo lo que Dios hizo en ti, busca personas con quien compartir la alegría de haber vivido este encuentro con Dios. Y si tienes dudas de lo que viviste, acércate con tus coordinadores para que te guíen en la dirección correcta, no se trata de «ya vivi el retiro» si no de ahora, ¿Qué ha hecho Dios en ti y que le vas a seguir permitiendo que haga en tu vida de ahora en adelante?