¿Alguna vez te has sentido solo o vacío a pesar de estar rodeado por tus seres queridos? A mí me llego a pasar.

Tú, espectador, ¿te sientes igual o estás en algún tipo de discernimiento para seguir tu formación dentro de la parroquia? Si lo estás, este artículo está dirigido a ti.


“Llegue a la parroquia con tan solo 16 años de edad. Como muchos, llegue más con la necesidad de obtener lo más rápido posible mi constancia de confirmación en vez de llegar con una sed de Dios. En aquel entonces mi vida era un caos. No sabía que sería de mí y que quería Dios de mí. Mi vida era inestable sin un solo gramo de disposición hacia Dios. A pesar de ir conociendo poco a poco a Dios, me hacía llamar su hijo durante los fines de semana de curso pero durante el resto de la semana era un hijo más de todo lo terrestre. Tiempo después de mi confirmación, se acercó la fecha para comenzar mi etapa de formación. Aun teniendo grandes coordinadores y amigos, nunca la pase bien durante mi curso de formación básica.

Mi carencia de oración, servicio y disposición me mantuvieron estancado durante un semestre más. Esto me llevo a concluir mi primer año en la parroquia golpeado y cada vez más adentro de un desierto espiritual. Durante el corto descanso por las festividades navideñas, me preguntaba día a día si debía continuar mi travesía en la parroquia. Después de tanto pensar, accedí. Ahora me enfrentaba a un nuevo reto, FE. Si, FE, aquella comunidad a la cual le hice el feo desde mi primer día en la parroquia. Esa comunidad a la cual no quería entrar y no esperaba nada a cambio. En fin, la vida da gratas sorpresas y cuando Dios te habla no hay marcha atrás. En esta comunidad, la menos inesperada, cambie. Pero todo esto no se hubiera completado sin todas las personas que me acompañaron durante este último curso. Si Dios no me hubiera puesto en mi camino una Shirley, una Dalila, una Brigitte, un Chuy, un Aarón y un Miguel no estuviera dirigiéndome a ti.

La verdad es que nunca llegue a pensar que este día fuera a llegar a mi vida y menos, mucho menos en una comunidad como la de FE. ¿Por qué? Porque a FE se le exhibe como una comunidad quebrada. Pero créeme que aquí, como en cualquier otra comunidad encontraras personas dispuestas a dejar todo por ti.

Te diré que un camino parroquial y cercano a Dios no es nada fácil. Durante toda mi vida he estado en un colegio católico y apenas este año conocí a Dios. Con esto te digo mucho. Me  tomó un año y medio en esta parroquia para conocer a Dios y amar a una comunidad. Tal vez te suene como un año y medio perdido. Donde desperdicie mi juventud, pero para mí es el mejor tiempo invertido en mi vida. No te niego que fueron meses duros con muchas caídas. Pero encontré a Dios. Encontré a un Dios cercano y que mejor que encontrarlo a través de una comunidad.

Tú que estas escuchándome, no le des la espalda a Dios. Él te llama a ser protagonista de nuestra iglesia. No seas otra persona más que sea olvidado en la historia. Deja tu huella, haz un cambio y no pierdas más el tiempo. Acéptalo. Confía en que vale más que la pena cada segundo que pasas con él y con tu comunidad. Pero, nunca sabrás a que me refiero si te das por vencido. Yo caí muy bajo, pero Dios siempre te pondrá las herramientas necesarias para levantarte aún más fuerte. A cambio, si ahora te das por vencido no encontraras razones para quedarte. No esperes más para intentar lo que yo he intentado.

No dudes tan solo un segundo más porque realmente vale la pena sacrificar tanto tiempo. A mí me  tomó un año y medio para llegar hasta mi primera meta, conocer a Dios y ser coordinador. A ti te podrá tomar más o menos para llegar hasta donde yo estoy en este instante. No te des por vencido y así algún día comprenderás que no existe mayor felicidad a una a través de una cercanía a Dios, el servicio, la oración y una comunidad. Toma iniciativa y se un protagonista más nuestra iglesia. “

Brian Arellanes, Formación Espiritual Domingo


“Este año y medio de servicio en la parroquia ha sido una experiencia inigualable, hubo momentos de mucha alegría pero también hubo momentos bajos. En mi recorrido de confis, formación y formación espiritual me di cuenta que todo este camino se trata de confiar en Dios en toda situación, porque por mas minima que sea, se que Él esta conmigo siempre.

Cuando entré a confis, no entré porque me hayan obligado si no porque yo quise y todo era muy bonito pero al ir pasando el tiempo pues hay momentos en los que nos vamos para abajo y perjudica nuestra Fé, pero estoy segura de que la oración lo es todo porque hablar con Dios es nuestra mejor terapia!

Ahora que terminé FE, decidí entrar ahí mismo a servir como coordinadora porque este curso me ayudó de muchas maneras en mi relación con Dios y es algo que agradezco muchísimo y quisiera que a otras personas les ayudara de la misma manera! Muchas veces se nos complica comprender la inmensidad del amor de Dios y que nosotros de verdad tenemos una relación intima con El y creo que este curso de FE es el ideal para darnos cuenta de eso y basta con poner un granito de disposición de nuestra parte y dejar que se haga su voluntad en nosotros!”

Ana Sofía Porras, Formación Espiritual Sábados


“Mi primer amor por Dios nació desde confis como a la mayoría de las personas les pasa. Durante toda mi formación en nuestra Señora de la Paz creo que me fui acercando un poco más a Dios, en confis me enamore y conocí a Dios, en formación aprendí a servirlo y ahí fue donde nació el interés en mi por querer saber más de Él y quererme acercar cada vez más así que comencé a ir a hora Santa los lunes y a mantenerme más constante en gracia, pero en Fe domingos fue cuando tuve la oportunidad de tener un lazo más cercano con Dios ya que a través de la oración en grupo, como comunidad y con mis coordinadores pude sentir a Dios, en fe me di cuenta de que la oración es muy importante.

En varias ocasiones me llegue a sentir algo vacía y lo único que yo quería hacer al llegar a mi casa era orar y no solo hablar con Dios si no dejar que Él hablara conmigo.

A lo largo de este camino de formación no digo que no haya tenido problemas o me haya sentido triste porque es algo normal pero si siento que gracias a Dios y a las personas que Él puso en mi camino durante este trayecto me ayudaron a superar y a saber que las cosas saldrían bien.

Enserio que haber entrado a confirmaciones y decidir continuar hasta terminar formación espiritual fue la mejor decisión que pude tomar, aquí he encontrado buenas amistades que me ayudan a querer mejorar y estar más cerca de Dios y a servirlo con un corazón dispuesto y lleno del amor de Jesús. Desde que deje que Dios entrara en mi vida ha hecho maravillas, en personas como mis coordinadores, a través de la oración y de las herramientas que nos daban yo podía ver a Dios más cerca de nosotros y podía verlo en cada uno de ustedes.”

Angela Rodríguez, Formación Espiritual Domingo


“Yo me imagino a Dios riéndose de nosotros cuando hacemos planes o aseguramos decisiones sobre nuestro futuro, siendo que sus planes no tienen nada que ver con los nuestros.

Yo entré al grupo de Formación Básica con la  determinación y seguridad de que nunca sería convencida de ser coordinadora algún día, ya que no me consideraba una persona capaz de dar tema, ser guia o simplemente  responsable de otras, tampoco de ser parte de una comunidad de coordinadores, ni tener tiempo. Simplemente no me interesaba en lo mas mínimo. Mi llamado a entrar al grupo fue para continuar aprendiendo y viviendo en comunidad una experiencia en Dios, pues me di cuenta de que esa experiencia era totalmente diferente a la que yo tenía con Él en la vida diaria. Sabía también que de alguna manera habría una presión de responsabilidad y compromiso que no me dejaría alejarme, ya sea por flojera o diversas excusas, de su camino y de conocer su verdad.

Funcionó lo de la presión y continue con el curso, aprendí varias cosas, experimente otras, me di cuenta de lo difícil que es el camino de Cristo, de que si en verdad lo amas debes sacrificar muchas cosas, pero que sacrificarlas vale cien por ciento la pena y te lleva a una felicidad real. Aprendí a que si verdaderamente quiero que venga a nosotros el Reino de Dios no puedo ser una persona mediocre y participar o ayudar solo dentro de mi zona de confort. Sin embargo, seguía decidida a que terminaría Formación Espiritual(FE) y sería lo último que tendría que ver con algún grupo de la parroquia.

Me impresiona como Dios en verdad tiene todo planeado y hace todo por una razón. Digo esto en la experiencia de que después de terminar Formación había algunas razones por las que prefería esperar un semestre, o más, para entrar a FE. De igual manera me inscribí, pero la gota que derramó el vaso fue que falleciera mi mejor amiga, de alguna forma me desanime un poco de entrar y no quería tener que conocer nuevas personas ni preocuparme por nada de eso, además de haberme perdido los primeros días de curso por el novenario y demás.

Al siguiente curso sí me metí. Conocí a mi nuevo equipo y por primera vez en mi vida me sentí incluida y parte de un grupo tan rápido, con la confianza de decir o hacer casi lo que sea (normalmente tardo demasiado). Durante el curso me fui encariñando más del equipo que me tocó y me di cuenta que amaba la dinámica que se tenía en el grupo; las actividades, los temas, la oración, el trabajo de tu persona en relación con Dios y Su trabajo en tu espíritu para que llegues a la santidad. Viví demasiadas cosas y me relacioné con más gente de lo que suelo hacer, por mi inseguridad y timidez, gente que además me recordaba a Dios. Con esto en realidad sentí que cambió mi forma de vivir en pequeños detalles del día a día, de prepararme para celebrar misa, de ver a otros, de amar, de integrar a Dios en más aspectos y momentos de mi vida.

Recuerdo que en un retiro del curso una amiga me preguntó si creía en que Dios hacia todo por una razón, me di cuanta de que, aunque lo creía antes, esta fue la prueba más clara que Él me dio de que sí lo hace, porque si no hubiera fallecido mi amiga no hubiera vivido el curso que me tocó, no hubiera conocido a este equipo que ha influido tanto en mí, simplemente no tendría esta experiencia tan maravillosa que tuve, y cuando veo fotos del curso en el que hubiera estado de no esperarme me doy cuenta de que eso no era para mi.

Fue también con esta experiencia que cambie de parecer y me decidí por tratar de entrar de coordinadora de FE, el curso me entusiasmó tanto que ahora quiero participar en el trabajo de ayudar a otros a permanecer en el camino hacia la santidad, claro con la inspiración y mediación del Espíritu Santo y por los méritos de Jesús. Se que puedo hacerlo fuera de la parroquia, pero busco hacerlo de una manera más directa y en este tipo de comunidad, haciendo lo que tanto temía y me creía incapaz anteriormente, siendo lo que muchas veces prometí no ser.
Creo que esto es lo que quiere Dios para mí, pero igual de no haberme decidido por meterme de coordi lo que viví fue único y perfecto para mi camino hacia Dios y estoy muy agradecida y feliz de haber sido parte de esos dos grupos para formarme y tener la relacion que tengo ahora con Dios y María.”

Mariapaula Marroquín, Formación Espiritual Sábado