Quisiera compartirte en esta ocasión algunos pequeños consejos que te pueden ayudar si sientes inquietudes vocacionales, si te sientes llamado a seguir a Jesús pero aun no sabes como, en que camino, cuál es tu vocación y misión.
Mi proceso vocacional
Les platico un poco de mí. Tengo actualmente 25 años y desde que tenía 17 años inicie a tener inquietudes vocacionales por la vida religiosa. Todo inicio en mi camino de conversión y mi vida de oración donde poco a poco fui sintiendo la inquietud, la inclinación y el deseo de seguir a Jesús como consagrada. Eso me llevo a cuestionarme que quería Dios de mí, a donde el me llamaba, cual era mi misión. Preguntas que me llevaron a buscar respuestas. Recuerdo el día que me di cuenta y acepte, sentí dentro de mí un deseo fuerte de seguir a Jesús por esta vocación, sentí mucho miedo, me preguntaba si era real lo que sentía, no quise comentarle a nadie porque me daba pena y creía que era una locura, pero entre más pasaba el tiempo más fuerte se hacía presente en mi corazón y en mi vida el deseo por la vida religiosa. Había una lucha muy fuerte dentro de mí porque yo tenía otros deseos, otras aspiraciones, anhelaba casarme, formar una familia, tener una pareja pero sentía que Dios me llamaba a otra cosa, a algo que me parecía imposible, un misterio y que me daba muchísimo miedo pero que al mismo tiempo me atraía fuertemente hasta que un día, mientras oraba, decidí atreverme a decirle a Jesús: Heme aquí Señor, dispuesta a hacer tu voluntad, si tú lo quieres yo también lo quiero. Me sentía indigna pero al mismo tiempo sentía el deseo, las ganas y el impulso de decirle que SI. Experimente una paz tan profunda después de ese SI, fue sin duda un parte aguas en mi proceso de discernimiento.
La misión de todo Cristiano
En el Evangelio Jesús nos enseña y la Iglesia nos lo recuerda que Dios nos ha llamado a cada uno a la Vida, ese ha sido nuestro primer llamado. Por medio del Bautismo recibimos un segundo llamado: a ser otro Cristo en la tierra. Dios nos llama a cada uno por nuestro nombre y desea que lleguemos a la plenitud, a nuestra autorrealización, a cumplir la misión que Dios ha soñado en la vida de cada uno. Ser un reflejo de su Hijo Jesus.
Todo cristiano necesita preguntarse en algún momento de su vida: ¿Qué quiere Dios de mí? ¿Cuál es mi vocación? ¿Mi misión? ¿A que soy llamado? A través del bautismo y en nuestra confirmación recibimos al Espíritu Santo y la enmienda de construir el Reino de Dios en la tierra pero la pregunta sería ¿En dónde? ¿Cómo? ¿En qué vocación? Pues todas las vocaciones son llamadas por Dios y tiene el mismo fin: Seguir a Cristo y construir el Reino de Dios. Todas tienen la misma dignidad, según explica el catecismo de la Iglesia Católica. La diferencia está en el cómo. Sabemos que entre las opciones esta la soltería, el matrimonio, la vida religiosa y el sacerdocio.
Algunos consejos
Pero ¿Cómo saber por cual decidirme? Te comparto estos pequeños consejos que quizás podrían ayudarte en tu proceso.
- Ten un corazón dócil y abierto a la Escucha de la Palabra de Dios y la voz de El en tu interior. Busca el silencio en tu interior y tener una actitud de escucha, para escucharlo a Él pero también escucharte a ti mismo.
- Recuerda que Jesús ha puesto su deseo en tu corazón, lo que Dios desea de ti Él lo ha puesto ya en lo más profundo de tu ser así que escucha tu corazón, cuáles son tus deseos, gustos, inquietudes, anhelos, inclinaciones para así descubrir a que te llama Dios.
- Conócete a ti mismo, cuales son tus cualidades, tus aptitudes, tus dones y carismas para poder servirlo mejor.
- Busca a un acompañante vocacional, ya sea un sacerdote, una religiosa o un laico bien formado y con experiencia para ayudarte en tu discernimiento.
- En tu día día busca contemplar a Dios en tus actividades, en las personas que te rodean, en las necesidades que vas descubriendo porque ahí también Dios te habla, él pone personas en tu vida, abre y cierra puertas.
- Ora, ora, ora y no tengas miedo y si lo tienes sigue adelante y que tu amor por Jesús te de ánimo y fuerza a atreverte a descubrir que quiere Dios te ti.
- Recuerda que Jesus está dirigiendo la barca, tu camino, pues no caminas solo sino que el camina junto a Ti y te acompaña como tu fiel amigo.
- Ten presente que la voluntad de Dios se descubre poco a poco, día a día así que ten paciencia.
- Contempla a María en Lucas 6,26-38 cuando el ángel Gabriel se le apareció y le dijo que concebiría a Jesús, nuestros Salvador; Ella no comprendía bien como, ni que pasaría, no comprendía el misterio de la Encarnación y Ella tan humana como nosotros también sintió miedo, pues imagínate que te dijeran que concebirás al Mesías, al Salvador, pero a pesar de ello se atrevió a decirle: He aquí la esclava del Señor, hágase en Mi según tu Palabra. Y mira lo que sucedió, llego nuestra Salvación, Cristo vino por medio de su SI y todo lo que Dios hizo y sigue haciendo gracias al SI de María, pues gracias a su Si hoy conocemos a Jesús, somos cristianos y hemos sido salvados. Ahora que no querrá Dios hacer en nuestra vida y por medio de nosotros si nos atrevemos a decirle que Sí como María.
Dichosos lo que descubran la voluntad de Dios en sus vidas, pues se cumplirá lo que su corazón mas ha deseado…
Dios te bendiga!